¿El arte una mercancía? ¿Mercenario del arte? ¡Nunca jamás!

Seguro has escuchado a menudo o tú mismo has elaborado la frase “está vendiendo su arte, eso está mal”

Sí, y no está bien vender tu arte, pero hay modos y formas de hacerlo.

Modo equívoco:

Renuncia a todas tus pretensiones artísticas para realizar un trabajo que alguien te pida y te exija demasiado hasta que no reconozcas ese resultado final como tuyo y realizar ese trabajo creativo lo odiarás tanto que llegará a ser una tortura para ti realizarlo, o llevarlo a cabo.

Modo asertivo:

Acepta que tu producto es un servicio que está curando una necesidad o dolencia de la personas que consumen tu producto creativo, concilia tu interés creativo con lo que busca tu cliente o dedícate a buscar a la gente adecuada que pague por tu producto sin que merme en ello tu labor creativa.

¿Quién dijo que el arte se podía prostituir?

No lo se a ciencia cierta, pero lo real es que si puedes hacer un arte complaciente para alguien, adelante, entonces puede ser que estés prostituyendo tu labor.

Pero en casos concretos conozco pintores extraordinarios que para tener un fijo de ingresos pintaron escenas religiosas con talento y maestría que vendían a la salida de la misa católica donde encontraban compradores a ese tipo de obra.

Algún otro ejemplo es un ensamble vocal que tiene muchísima capacidad sobrada, ellos deciden cantar en bodas y eventos sociales.

En ambos casos la música en eventos cívicos, religiosos y el retrato de escenas religiosas, no mermó la calidad humana de sus creadores ni ´disminuyó su talento, pero si pudieron atender necesidades diferentes de compradores que necesitaban colocar una escena o motivo religioso en alguna pared y quien requería una presentación musical para su evento social.

¿Acaso no merece la persona que contrató al ensamble musical un grupo de cantantes ensayados y afinados?

¿Acaso el convento de las hermanas de cualquier causa no merecen un cuadro fenomenal de Jesús en el cual pareciera que en verdad te está mirando desde el lienzo?

A ambas circunstancias mi respuesta es sí, si y sí.

¿Acaso los creadores artísticos debieron no cobrar por su trabajo ya que el dinero puede ensuciar cualquier tarea noble y creativa? ¿Acaso el hecho de cobrar hace menos talentosos a los cantantes o menos diestro a nuestro pintor?

Vivimos en una sociedad mercantil y te guste o no es el juego que domina, así es que te sugiero te vayas querido creador artístico creyendo menos especial, prestas un servicio por el cual debes cobrar para subsistir y llevar a cabo tus pretensiones artísticas, el dinero no es el fin, es el medio.

Ojalá todos los creadores encontrarán el punto ideal de equilibrio entre creación artística y remuneración económica, para no ver más dramaturgos vendiendo cochinita pibil por la mañana y llevando a cabo su creación artística en otros tiempos.

Para mi lo ideal sería que (y en mi caso lo he logrado) que no te dediques a otro trabajo que no enriquezca tu labor creativa o atiendas por obligación.

Quítate las telarañas de la cabeza, coloca y vende tu creación artística para que encuentres a tu consumidor y ese club de fanáticos-seguidores sean quienes financien tus sueños creativos y te recomiende con más personas, para que así la rotunda negativa de proyectos, becas y apoyos oficiales o empresariales no te afecten, no dejes de buscar esas vías de financiamiento que son para ti, pero siendo realistas, no siempre nos toca una rebanada del pastel.

Crea, crea todo el año, perfecciónate en tu arte y fíjate metas tangibles.

¡Hola, soy Joel! Actor locutor y titiritero. Desde el 2006 soy director creativo del grupo Títere Vivo. Me he involucrado en proyectos de medios de comunicación, radio, e internet principalmente. Actualmente también soy asesor creativo para artistas que están emprendiendo o desean despuntar su carrera o darle un empuje importante para hacer de su pasión creativa un modo de vida sustentable. Loco por el emprendimiento y el arte he logrado conjuntar éstas dos actividades en una sola y en éste blog te ofrezco herramientas útiles de emprendimiento.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *